En un mundo donde el cambio es la única constante, los mandos medios están en el centro de la transformación organizacional. Históricamente, el rol de un mando medio ha sido el de ser nexo entre los colaboradores de base y los altos directivos de una organización. Se les consideraba los ojos, oídos y manos ejecutoras de la alta dirección. Es decir, eran responsables de mantener el motor en marcha, actuar como "cortafuegos" ante cualquier problema y asegurar que la dirección estratégica se implementara correctamente.

Este enfoque podía tener sentido en un entorno relativamente estable, donde los cambios no ocurrían con la velocidad en la que hoy en día lo hacen en el mundo VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo) que transitamos. Bajo este nuevo paradigma, el papel de los mandos medios ha dejado de ser simplemente operativo, para convertirse en agentes de cambio que deben navegar y liderar en este entorno desafiante. El concepto VUCA, en el ámbito empresarial, surge en la década de los ‘90, pero nunca ha sido tan plausible y evidente como en la actualidad, debido a la globalización de los negocios y la manera en que la tecnología ha transformado la forma en que trabajamos.

EL NUEVO TABLERO ESTRATÉGICO

Esta transformación de las reglas del trabajo (teletrabajo, globalización del talento, automatización, inteligencia artificial, etc.) no ha ido acompañado de un cambio de mentalidad entre quienes lideran las organizaciones. Éstos aún dirigen las empresas aplicando métodos que funcionaron en el pasado, cuya efectividad en el presente y el futuro no está garantizada.

Aunque muchos líderes han reconocido la necesidad de revisar las estrategias relacionadas con la gestión del cambio organizacional, implementar nuevas metodologías es todo un desafío. En este sentido, los mandos medios se convierten (una vez más) en la pieza clave que permite diferenciar las organizaciones exitosas de aquellas que no lo son. Por más que la alta dirección decida sumarse a la ola de cambios para jugar en este nuevo tablero global, siempre serán los mandos medios quienes deban ejecutar correctamente los movimientos.

EL RETO DE LIDERAR NUEVAS GENERACIONES

Sin embargo, si pretenden tener éxito en el proceso, los mandos no pueden, ni deben, utilizar las metodologías que funcionaron 10 o 20 años atrás. Las generaciones actuales (y venideras), como la “Z” y la “Alpha”, ya se han incorporado al mundo laboral con una filosofía de trabajo (y de vida) completamente distinta a la que los líderes estaban acostumbrados a gestionar.

Por este motivo, son las organizaciones las que deben adaptarse a la nueva fuerza de trabajo (y no al revés) buscando la mejor manera para atraer desarrollar y retener el talento. Habitualmente, las empresas comprometidas con este tipo de cambio, que buscan destacar y estar a la vanguardia, suelen revisar su estrategia de desarrollo activando palancas de “Upskilling” y/o “Reskilling”, con el fin de proyectar su fuerza operativa competitiva y preparada para afrontar nuevos desafíos.

LAS PRINCIPALES SKILLS A DESARROLLAR

Entonces, la pregunta es: ¿Cuáles son las nuevas skills que los mandos medios necesitan? La respuesta, según cada autor, puede variar levemente, pero hay cierto consenso en que el foco del nuevo modelo de liderazgo de los mandos medios debe estar puesto en:

• Competencia digital y tecnológica: Las generaciones Z y Alpha son nativas digitales, lo que significa que los mandos medios deben estar altamente capacitados en el uso de tecnologías modernas, herramientas digitales, redes sociales y plataformas colaborativas. La capacidad de adaptarse rápidamente a nuevas tecnologías y comprender cómo integrarlas en el trabajo es crucial.
• Comunicación clara y transparente: Estas generaciones valoran la honestidad, la transparencia y la comunicación directa. Los mandos medios deben ser capaces de comunicarse de manera abierta y frecuente, utilizando tanto medios digitales como interacciones cara a cara.
• Habilidades de mentoring y coaching: La Generación Z y, en el futuro, la Generación Alpha, buscan oportunidades de desarrollo personal y profesional. Los mandos medios deben actuar como mentores y coaches, guiando a estos empleados en su crecimiento y ayudándolos a adquirir nuevas habilidades.
• Adaptabilidad y flexibilidad: Estas generaciones están acostumbradas a un mundo en constante cambio, lo que significa que valoran la adaptabilidad. Los mandos medios deben ser flexibles en sus enfoques de gestión, adaptando sus estrategias según las necesidades cambiantes del equipo y el entorno laboral.
• Cultura de inclusión y diversidad: La diversidad y la inclusión son valores fundamentales para estas generaciones. Los mandos medios deben ser defensores de un entorno inclusivo donde se celebren las diferencias y todos los empleados se sientan valorados.
• Empatía y liderazgo humano: Las generaciones más jóvenes valoran un liderazgo que muestre empatía y preocupación por el bienestar de los empleados. Los mandos medios deben ser capaces de entender y responder a las necesidades emocionales y personales de su equipo.
• Fomento del trabajo colaborativo: La colaboración es esencial para estas generaciones, que tienden a preferir trabajar en equipo y utilizar herramientas digitales para la colaboración. Los mandos medios deben facilitar y promover el trabajo colaborativo, tanto en persona como virtualmente.
• Orientación a propósito y sostenibilidad: Las generaciones Z y Alpha están altamente motivadas por el trabajo que tiene un propósito y un impacto positivo en la sociedad. Los mandos medios deben alinear las tareas del equipo con un propósito claro y apoyar iniciativas sostenibles.
• Gestión del cambio: La capacidad para gestionar y liderar en tiempos de cambio es fundamental, dado que estas generaciones están acostumbradas a un entorno dinámico. Los mandos medios deben ser líderes efectivos en la transición y el cambio organizacional.
• Fomento del equilibrio trabajo-vida: Estas generaciones priorizan el equilibrio entre trabajo y vida personal, y esperan que sus empleadores lo respeten. Los mandos medios deben actuar como defensores de prácticas laborales que apoyen este equilibrio.

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COMPROMISOS PARA EL ÉXITO

Para mantenerse relevantes y liderar con éxito en este nuevo entorno, los mandos medios han de mostrar iniciativa y comprometerse a desarrollar estas habilidades clave. Las organizaciones, a su vez, deben proporcionar los recursos y el apoyo necesario para que esta evolución sea posible y así sostener una estrategia de employer branding diferencial y competitiva para atraer y comprometer al talento.

En un mundo en constante evolución, los mandos medios no solo deben ser gestores; deben convertirse en líderes visionarios, preparados para guiar a sus equipos hacia el éxito en un futuro incierto.

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