Abducidos corporativos: cuando el amor a la empresa traspasa los límites de lo razonable
Elegir la empresa en la que vamos a trabajar suscita unas emociones parecidas a las que despierta la compra de algunos productos de consumo.
Es una decisión importante, una vez tomada, necesitamos auto-convencernos de que hemos acertado.
Así que buscamos todos los argumentos y evidencias que nos permitan reafirmarnos en ésta idea, y nos fijamos más en los aspectos positivos y tendemos a restarle importancia a los negativos.
Conoce la opinión de Miriam Aguado en éste artículo donde comparte opiniones con otros profesionales en El Economista.
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Medio publicado: El Economista - Julio 2019
Employer Branding